INVERSIÓN – Archivo Miguel Benlloch

Acción e instalación presentada el 3 de diciembre de 1998 en la exposición Transgeneric@s. Representaciones y experiencias sobre la sociedad, la sexualidad y los géneros en el arte español contemporáneo, Koldo Mitxelena Kulturunea, Donostia/San Sebastián, comisariada por Juan Vicente Aliaga y Mar Villaespesa. Unos años más tarde Miguel escribe en «Acción en el género»: «los apilamientos y los rastros de vida vivida que han hablado desde el cuerpo», presentes en esta acción, buscan comprender desde lo colectivo, desde el «otr+syyo».

Miguel Benlloch, Inversión, 1998
Vídeo-documento de la acción, 17 min. 24 seg.
Cortesía Koldo Mitxelena Kulturunea

La acción está sostenida en el cuerpo como vehículo y energía, tránsito y equilibrio, y en los elementos simbólicos y metafóricos que la atraviesan: las dos fotografías de la serie Alboroques; la pista de sonido remezcla del tema Baga, Biga, Higa de Mikel Laboa y Sinfonía del sueño de Alonso Gil; las cien mantas de amig+s; los tres monos de trabajo cuyos colores refieren a la bandera de Euskadi; el reciclaje del frigorífico que formó parte de una obra de Juan Luis Moraza; la minifalda de lentejuelas y los guantes morados del Cutre Chou. A modo de instalación, algunos de estos elementos y otros generados en la misma acción quedan desparramados por el suelo durante el tiempo que dura la exposición.

Inversión

La acción Inversión es un viaje del calor al frío, que muestra el calor humano que necesitamos para atravesar los tiempos y los espacios por donde discurre la vida surcada por situaciones sociales, medioambientales, sexuales, económicas, es decir, vida política.

Vestido con tres monos de trabajo superpuestos, blanco rojo y verde, permanezco introducido en una cama-pila formada por 100 mantas donadas por amig+s.

Desde ese espacio de calor real y metafórico surjo y me deslizo por el suelo desprendiéndome de los tres trajes, que quedan extendidos mostrando un camino de tránsito y transformación. Tras reptar y desprenderme de la ropa, me levanto vestido con una minifalda de lentejuelas, cubro mis manos con guantes aislantes de trabajo y acudo a un frigorífico congelador de donde extraigo pechos de hielo que superpongo sobre los míos intercambiando calor, produciendo un deshielo, los pechos los voy acumulando sobre una pila de bayetas de cocina verdes que retienen el agua del deshielo.
Miguel Benlloch, 1998